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sábado, 24 de enero de 2015

La iaia puntaire




Me inspiré cuando vi un pequeño cojín para pinchar alfileres en una feria de encaje de bolillos. Era un diseño sencillo y me pareció muy divertido. La señora que lo tenía en su mundillo era una señora muy mayor con sus manos retorcidas por la artrosis, pero aun y así conseguía hacer sus puntillas.


Pensé las horas que esa señora habría pasado frente a su mundillo, horas que yo envidio. Pensé en el poco tiempo del que disponemos a veces para poder hacer todo aquello que queremos, lo que te ilusiona hacer. Esos proyectos que me apunto en el trayecto diario al trabajo porque no quiero que pasen al olvido, con la intención de que les llegue el momento de cobrar vida.



Así pues planee hacer un pequeño cuadro que me recordara que aún hay tiempo por delante y que ni siquiera la edad puede vencer la ilusión por crear.