Paseando por los Encants Vells, encontramos una tienda que
venden máquinas de coser antiguas, piezas sueltas, pies, y cajones.
Mirando entre todo lo que tenían, nos enamoramos de un
cabezal de Wertheim por sus colores dorados y rojos.
Al no tener el mueble original, el cabezal quedaba inestable
y pensamos en hacerle un pequeño mueble a su medida.
Después de limpiarla y engrasarla respetando el encanto del
desgaste de los años de uso, la pusimos en la habitación de costura para
decorar.
También encontramos un cajón de máquina que compramos con la
idea de usarlo de macetero, pero como era inevitable acabo lleno de puntillas haciendo compañía al
cabezal de Wertheim!!